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¿Préstamos fraudulentos? Cómo no caer en la trampa

By 24/08/2023Prensa
La CMF alertó sobre 11 oferentes de créditos que ofrecían negocios engañosos. Los expertos recomiendan acciones para evitar problemas.

Nota realizada por Diario Financiero

Esta semana la CMF alertó sobre 11 oferentes de créditos que aparentaban ser regulados y que ofrecían negocios engañosos. Los expertos dicen que se trata de una tendencia en aumento y recomiendan acciones para evitar problemas.

Algunas operan por WhatsApp, otras derechamente imitan a firmas ya existentes. También existen aquellas que son apps para celular y las que tienen cuentas bancarias asociadas a personas naturales. Esas son sólo algunas de las características de los 11 oferentes de crédito que fueron alertados y denunciados esta semana por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF). Según la entidad chilena, estas empresas “aparentan ser reguladas por la CMF y ofrecen créditos de forma fraudulenta y solicitan pagos previos para acceder a préstamos que posteriormente no son entregados”. 

Se trata de una práctica cada vez más común y que se ha masificado con la reciente bancarización digital. En un comunicado, la CMF anunció que presentaría al Ministerio Público antecedentes por el presunto delito de usura en contra de cuatro aplicaciones (IQuina, Mi Morlaco, Tiempo y Yo Dinero) que pueden ser descargadas mediante Google Play. Además, reportarán sus hallazgos directamente al gigante tecnológico.

“Lamentablemente la actual situación económica está empujando a muchos chilenos a buscar otras alternativas para financiar tanto el consumo como pagar deudas. No hay cultura de cerciorarse de que las entidades estén reguladas”, comenta la asesora en inversiones Natali Mercado.

Por su parte, el economista Rodrigo Palma, director ejecutivo de RPBM Consultores, comenta que “normalmente las personas caen en este tipo de empresas cuando presentan altos niveles de endeudamiento en el sistema formal, por lo que, en principio, el consejo sería planificar y ordenar las finanzas para evitar este tipo de situaciones. De no ser posible, es fundamental revisar los antecedentes de la empresa, analizar si cuenta con la autorización de la CMF y estudiar las condiciones de los préstamos, los que normalmente sobrepasan los intereses permitidos por ley”.

¿Pero cómo evitar caer en este tipo de empresas? ¿Qué hay que tener en cuenta? Esto dicen los expertos.

“Si es muy maravillosa la oferta, dude”

Esta no es la primera vez que la CMF alerta sobre empresas que operan al margen de la ley. De hecho, en su página web tienen un apartado (Alertas Ciudadanas) donde registran a cientos de entidades fraudulentas.

Natali Mercado dice que, para evitar caer en este tipo de empresas, lo primero es “revisar si está regulada en la CMF. Además, hay que revisar los valores a cobrar. Si es muy maravillosa la oferta, dude”.

Por su parte, Héctor Osorio, economista de PKF Chile, explica que “así como el banco tiene que conocer al cliente, el cliente también tiene que conocer a su proveedor de crédito. Y eso significa entender bien quién es, a qué se dedica, cuánta experiencia tiene, cómo son las tasas que cobra respecto de otras instituciones de crédito. Si hacemos un mínimo análisis respecto de quién nos está ofreciendo dinero, en qué circunstancias y por qué nos ofrece condiciones distintas a las del mercado, eso debe llamarnos la atención y tenemos que tratar de evitar caer en alguna trampa”.

Cómo identificar a las imitaciones

En algunos casos no es fácil darse cuenta de que una empresa es un fraude. Existen múltiples entidades que copian los nombres, páginas web e imágenes corporativas. Sólo cambian una pequeña letra en sus links o en los correos institucionales.

“Lo mejor es revisar la veracidad de la información que entrega la empresa. En este sentido, la CMF tiene información relevante y de fácil acceso, aunque debe existir un esfuerzo mayor con el objeto de ayudar a las personas a identificar a las empresas autorizadas a realizar actividades financieras reguladas”, indica Rodrigo Palma, director ejecutivo de RPBM Consultores.

Mercado complementa: “Hay que revisar muy bien el correo corporativo, que no se repitan las letras, googlear el nombre y buscar referencias. Siempre pida ayuda si no entiende algún concepto con un especialista en finanzas. Todas las semanas me llegan consultas de este tipo y es impresionante la cantidad de imitaciones que hay. Así nos cuidamos entre todos para que cada vez sean menos los afectados”.

Iván Gomolinsky, director de operaciones de Security Advisor Chile y experto en ciberseguridad, explica que se debe revisar con mucho cuidado la dirección de correo, número de WhatsApp o dirección de la página desde donde nos llega la oferta, teniendo en cuenta pequeñas variaciones en el nombre o número telefónico. “Los bancos o instituciones financieras suelen tener número de los denominados ‘cortos’ (los que comienzan con 600) y dominios que hacen referencia a su identidad de marca, buscando justamente la diferenciación de organizaciones maliciosas. Tener en cuenta también que nunca una entidad financiera regulada y seria solicitará a sus clientes por ningún medio datos que permitan operar en nombre del cliente”.

Ojo con el “gota a gota”

Esta situación va más allá de entidades fraudulentas que operan por internet. Héctor Osorio dice que es importante consignar que “las personas que van al extremo del financiamiento, no es sólo a través de estas empresas que operan en mercados poco regulados o que operan al margen de la regulación, también a nivel del microcrédito con operaciones de lo que se llama el gota a gota”.

Este sistema, explica el experto, es “un sistema de financiamiento informal, irregular y con altas tasas de interés, que además está asociado a grupos mafiosos que buscan personas con pocas condiciones para acceder al mercado formal y le prestan dinero en circunstancias ilegítimas. Ese es un mecanismo claramente mafioso y, al igual que en el caso de las empresas que aparentan ser normales y reguladas, es una opción de crédito para gente que está en una situación muy crítica, respecto de su posibilidad de acceder al mercado formal”.

¿Problema estructural?

Rodrigo Palma es crítico sobre el surgimiento de entidades desreguladas en la industria crediticia. Dice que es “fundamental dotar de mayores recursos y capacidad fiscalizadora a la Unidad de Análisis Financiero, con el objeto de hacer un seguimiento real y certero a los movimientos de dinero vinculado a operaciones ilícitas. Esto es de suma importancia en momentos de crisis económica como el actual, donde las familias frente al complejo escenario económico-financiero se ven obligadas a buscar vías de financiamiento informales. A todo lo anterior, debemos agregar una mayor y mejor educación financiera, con el objeto de mejorar el manejo de los recursos en las familias y así tener conciencia de los riesgos y costos que implican estas actividades informales”.

Por su parte, Sebastián Benedetti, socio de CBC Abogados, reflexiona: «Resulta esperable que en periodos de adversidad económica, en que el desempleo y el endeudamiento aumentan, surjan oportunistas que intentan tomar provecho de la necesidad y agobio de las personas, ofreciéndoles crédito ‘fácil’ -sin evaluaciones de riesgo o constitución de garantías-, y que se presentan como una solución en apariencia mucho más conveniente frente a la banca y las instituciones de financiamiento tradicionales. Lo particularmente preocupante en la actualidad, es que estos prestamistas informales han evolucionado para operar ocultando su irregularidad bajo una apariencia de formalidad -incorporando, por ejemplo, referencias a la CMF-, de modo tal de engañar a quienes, encontrándose en una situación de necesidad de liquidez, se encuentran buscando alternativas de financiamiento dentro del mercado regulado, y habrían evitado recurrir a estas entidades ilegales de no ser por el engaño. Lamentablemente estas situaciones proliferan por la falta de educación financiera que existe en nuestro país, y que afecta en mayor medida en los sectores de la población que se ven más afectados en los periodos de menor dinamismo en la economía».