El 2022 ha sido un año muy bueno para nuestro sector, muy a pesar de la situación económica del país y del mundo. Partiendo de la base de que a partir del 2020 se incrementó el trabajo remoto, tendencia que, en algunos sectores se mantiene, hemos visto un creciente exponencial y distendido durante más de treinta meses de ciberataques al sector público y privado.
Las estadísticas dicen que se genera un ciberataque cada once segundos en el mundo. Esta situación ha puesto en alerta a grandes empresas, pero sobre todo aquellas que manejan información confidencial de terceros. En estos los riesgos de multas onerosas así como de desprestigio son difíciles de cuantificar.
Teniendo en cuenta este punto y otros riesgos asociados a la pérdida de información vital para el funcionamiento de una empresa, se disparan las consultas de empresas que han sufrido ataques así como de otras que desean blindarse frente a un posible intento de intromisión en sus redes.
El crecimiento en la tendencia de contratación de casos de tipo preventivos resulta disruptivo en nuestro mercado. Históricamente, en nuestro mercado, los casos han sido, en un 90% de tipo reactivo.
Para el 2023 se presentan desafíos relacionados a la inestabilidad económica y financiera que atraviesa nuestro país. Si bien la crisis no ha afectado nuestro sector durante 2022, hemos visto una leve baja en la demanda en los últimos 30 días, la cual, podría mantenerse el año próximo. Más allá de este punto, somos optimistas respecto al crecimiento del sector de la ciberseguridad en la Argentina y en la región.
Fuente: Ambito
